Fecha: 26/4/2015
Fuente: www.diariodenavarra.es
Un hombre de 62 años sufrió un infarto el pasado viernes en un bar de Pamplona, una dolencia en la que el tiempo, cada segundo que pasa, juega en contra de la recuperación del paciente. Una trabajadora del establecimiento salió corriendo para buscar un “desfibrilador”, según relató, y acudió a la oficina de atención al ciudadano de la Policía foral, en la Plaza del Castillo, donde no disponían de ningún aparato. Felizmente, seis sanitarios fuera de servicio se encontraban en el bar y, ayudados por un agente auxiliar de la Policía Munipal de Pamplona, atendieron al varón hasta la llegada del personal de la DYA, que estabilizó al paciente y lo trasladó al hospital.
Los desfibriladores semiautomáticos externos (DESA) son una herramienta que se ha demostrado muy útil para revertir situaciones de lo que se conoce coloquialmente como parada cardíaca y, además, su relativa sencillez permite que puedan ser usados por personal no sanitario, aunque sí formado mediante un curso de capacitación.
En realidad, en los casos de asistolia -parada completa-, los menos habituales, el DESA no es eficaz, pero sí que lo es cuando el paciente sufre fibrilación ventricular -el corazón late demasiado rápido, de manera irregular y sin la fuerza necesaria-, la causa más frecuente de muerte súbita.
Por el momento, no es obligatorio contar con un desfibrilador semiautomático ni en espacios públicos ni en empresas, pero las personas o entidades que instalen un DESA tienen la obligación de informar al Departamento de Salud del Gobierno de Navarra, que posee un registro tanto de estos aparatos como de las personas capacitadas para usarlos.
En un futuro, además, la ubicación de estos DESA atenderá al criterio de los técnicos de Salud, que están elaborando un Mapa de Desfibriladores dentro de la Estrategia de Urgencias Tiempo Dependientes para racionalizar su distribución. Según el departamento, “no hay fechas” para la implantación práctica de este Mapa, aunque aseguran que su desarrollo “no se verá afectado por las elecciones, porque es un trabajo técnico”. Al Servicio de de Ordenación e Inspección Sanitaria del Departamento de Salud le han comunicado que en Navarra ha colocados 130 aparatos en colegios, locales municipales, coches de policía local e instalaciones deportivas, si bien le consta que hay más.
Por otra parte, Salud asegura que mantiene firme su apuesta por la generalización de la presencia desfibriladores, que asimismo “avala y apoya todas las iniciativas en este sentido, como la de ayuntamientos o entidades en las que ya cuentan con uno” y recuerda el esfuerzo realizado a través de “cursos de capacitación y también incluyendo el uso de estos aparatos como actividad curricular en la ESO, dentro de la asignatura de Educación Física”.