La evidencia científica ha demostrado la importancia de la atención precoz en casos de parada cardiaca inesperada, máxime, cuando ésta se presenta en forma de arritmia maligna con posibilidad de desfibrilación.
Un programa preventivo diseñado para ello debería prever la prestación de maniobras de reanimación cardiopulmonar, especialmente de compresiones de gran calidad en no más de 4 minutos.
Hay probada evidencia científica acerca de que durante los primeros minutos tras el paro cardíaco, el miocardio sufre un estado de colapso muscular que le impide bombear la sangre de manera efectiva, pero que unas maniobras de gran calidad, fruto de la formación en reanimación cardiopulmonar y desfibrilación externa, pueden hacerlo de manera artificial hasta la llegada del desfibrilador externo automático.
Solo la formación específica en reanimación cardiopulmonar proporciona al primer interviniente las técnicas de soporte cardio respiratorio que el paciente, junto con una desfibrilación precoz, necesita para recuperar su ritmo cardiaco efectivo.
La formación en reanimación cardio pulmonar y uso de desfibriladores es impartida por personal instructor experto y dirigida a personas que no precisan de una preparación sanitaria previa