Desfibrilador externo DEA/DESA (desfibrilador externo automático/ desfibrilador externo semi-automático)
Hay dos maneras de clasificar a los desfibriladores externos: por el modelo descarga y por el tipo de usuario.
Tipo de usuario
En función de lo preparado que pueda estar un usuario a la hora de hacer servir un desfibrilador o si este tiene conocimientos y experiencia en el sector sanitario o incluso en RCP ( Reanimación Cardiopulmonar), podemos encontrar tres tipos de desfibriladores, aunque desde BATEGA nos gusta hacer especial hincapié en que siempre hay modelos que pueden hacerse servir por personal sin ninguna experiencia.
- Manuales: debe ser usado por personal cualificado debido a sus funciones complejas, solo está autorizado su uso en Europa a personal sanitario entrenado.
- Automáticos: estos desfibriladores aplican la descarga sin aviso previo, lo que resulta muy peligroso para la persona que asiste a la víctima, por ello están en desuso. Sin embargo, su terminología DEA se sigue utilizando, pues eran los únicos desfibriladores externos utilizados antiguamente.
- Semiautomáticos: se trata de desfibriladores de uso público que advierten en el momento de la descarga e indican que hay que separarse del paciente y pulsar el botón que activará la desfibrilación. Se trata de dispositivos que requieren poca capacitación por parte del usuario, ya que el aparato va indicando los pasos a seguir, y en algunos desfibriladores de este tipo tenemos también la ayuda de un especialista en emergencias a través de un dispositivo adaptado en el propio equipo. Actualmente podemos encontrar estos desfibriladores en el metro, empresas, aeropuertos, colegios, museos, lugares de gran aforo. Su nomenclatura es DESA, aunque muchas veces se utiliza la antigua de DEA.
Por descarga:
- Monofásicos: cuenta con una corriente que se efectúa en una sola dirección, lo que supone una alta dosis de descarga en tres choques de 200, 300 y 360.
- Bifásicos: se trata de desfibriladores más avanzados, lo que hace que necesiten hasta un 40 % menos de energía y en consecuencia producen un daño miocárdico menor. Es una corriente doble, pues cambia de polaridad durante el choque, con una administración de tres choques de 150. Son desfibriladores más eficaces y además tienen un menor gasto de energía que aquellos que utilizan onda monofásica.
La normativa acerca de instalación de desfibriladores está delegada a las respectivas Comunidades Autónomas. En muchas de ellas ya existe la obligatoriedad de instalación de desfibriladores en espacios públicos con gran afluencia de personas.
En Batega llevamos más de 15 años protegiendo a las personas, instalando desfibriladores para de ese modo crear zonas cardioprotegidas. Porque en España cada 20 minutos fallece una persona de paro cardíaco. En su mayor parte esto se puede evitar gracias a un desfibrilador.