Entrevista. Antonio Caballero. Presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar
El médico Antonio Caballero asegura que en España se registra un caso de muerte súbita cada veinte minutos
Antonio Caballero es médico de familia y de Urgencias del Hospital Virgen del Rocío de Sevilla y presidente del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar. Recientemente ha estado en Palma, donde ha participado en la reunión del grupo de Urgencias de la Sociedad Española de Medicina de Familia.
-¿Cuántos casos de muerte súbita cardiaca se dan cada año en España?
-En Europa se dan unos 700.000 y en España, 25.000, lo que equivale a un caso cada 20 minutos. Más de la mitad son hombres.
-¿Cuántas se evitan gracias a una intervención eficaz? –
Los grupos de trabajo sobre esta materia comunican entre un 45% y un 75% de supervivencia, dependiendo del tiempo que se tarde en actuar. -La velocidad de la asistencia es crucial. -Los primeros diez minutos son esenciales. Cada minuto de retraso en dar una descarga eléctrica caen un 10% las posibilidades de supervivencia.
-¿Qué papel juega el masaje cardiaco en la reanimación?
-Cuando una persona sufre una arritmia maligna o fibrilación, a medida que pasan los minutos dicha arritmia va deteriorándose hasta llegar a una ausencia de ritmo cardiaco, la asistolia, que ya no responde a casi ningún tratamiento y es prácticamente irreversible. La única manera de revertir esta situación y hacer que ese corazón pueda responder a la descarga es hacer masaje cardiaco y boca a boca. Está demostrando que el masaje es lo más útil. Por eso los americanos hace años que recomiendan que lo sepa practicar mucha gente.
-¿Desde cuándo está extendido el uso de desfibriladores semiautomáticos?
-En los hospitales hace tiempo que hay desfibriladores manuales. Los semiautomáticos están extendidos desde hace unos 15 años. Son muy sencillos de utilizar y cuentan con un programa informático que hace imposible que se aplique una descarga a alguien que no lo necesita.
-¿En qué lugares se recomienda ubicar estos dispositivos?
-En España no hay una ley que establezca dónde tienen que estar. En otros países está definido y se suelen situar en lugares donde se registran grandes aglomeraciones de gente, como centros comerciales o eventos deportivos. -En Balears se sitúan en playas. -Aquí, probablemente, en una playa o en un hotel con mucho volumen de gente es más rentable tener un desfibrilador que un aparato contra incendios.
-Así, ¿recomienda colocarlos en los establecimientos hoteleros?
-Sería bueno. Hace unos meses en un hotel de una cadena falleció un cardiólogo de muerte súbita cardiaca. El establecimiento no tenía desfibrilador, pero no había nada que objetar porque no hay una norma que obligue a tenerlo. Aun así, creo que esta cadena decidió implantarlos. Es algo que vale poco dinero. -En Estados Unidos hay quienes tienen estos aparatos en casa. -Y en muchos casinos. Hay estudios que muestran que es más fácil sobrevivir a una muerte súbita cardiaca en determinados casinos de Norteamérica que en otros ámbitos incluso sanitarios porque están muy bien dotados.
-¿Cuál es la función del Consejo Español de Resucitación Cardiopulmonar?
-Reúne a todas las sociedades científicas del país para garantizar no sólo que la enseñanza sino el modo de trabajar en hospitales y centros de salud sea igual y conforme a las normas europeas. Está todo consensuado para que trabajemos todos al unísono. -Luego esto debería llegar a la sociedad. -La reanimación cardiopulmonar básica (fundamentalmente masaje cardiaco y boca a boca) es algo que deberían saber hacer todos los ciudadanos. Son cosas muy sencillas que marcan la diferencia entre que una persona muera en muy poco tiempo o pueda sobrevivir.
-¿Fue inevitable el caso de Puerta?
-Es muy difícil saber si las cosas podían haber sido de otro modo y no merece la pena mirar atrás. Sí merece la pena escarbar en los foros científicos, con el fin de mejorar no para alarmar. Tiene que haber más gente que sepa hacer RCP básica y más desfibriladores semiautomáticos para que sean accesibles en poco tiempo.
Fuente: Diario de Mallorca