No cabe duda de que las farmacias cumplen un papel social. Más allá de la venta de medicamentos, las farmacias cubren una tarea de proximidad entre los pacientes y el farmacéutico, el cual, como profesional de la salud cercano y a pie de calle, aporta conociminento, consejo y experiencia.
Una farmacia es siempre ese lugar cercano donde acudir en caso de emergencia o un simple problema médico o de salud.
Como ciudadanos, disponer de las farmacias a pie de calle siempre es una referencia en lo que respecta al cuidado de la salud y el contacto con el farmacéutico siempre es cercano, de calidad y de confianza.
Por su ubicación cercana a los pacientes y su fácil acceso, las redes de farmacias en nuestro país son ubicaciones estratégicas para entre otras cosas, la instalación de desfibriladores. No cabe duda que debido a la situación estratégica de las farmacias y la condición de salvavidas de los desfibriladores, la combinación, sinergias y simbiosis entre ambos es perfecta.
Una farmacia, un desfibrilador BATEGA
Cuando hablamos de empresas pioneras en instalación de aparatos desfibriladores en farmacias, hablamos de Batega. Tenemos una amplia experiencia en instalación, mantenimiento y formación de aparatos desfibriladores para farmácias y oficinas de farmacia.
Podemos aportar nuestros años de experiencia y el personal médico cualificado para aportar un valor añadido de excelencia para todos nuestros clientes. Ya tenemos una amplia experiencia y muchas farmacias de toda la geografía nacional han confiado en Batega.
Además podemos ofertar nuestros desfibriladores con unas condiciones ventajosas, adaptándonos a las diferentes normativas vigentes en cada región.
Si desea instalar un desfibrilador en su farmacia, contacte con Batega, estaremos encantados de atenderte.
Sobre Batega y la instalación de desfibriladores
En Batega queremos difundir nuestro conocimiento y experiencia en Soporte Vital y fomentar el despliegue de desfibriladores automáticos en gimnasios y en otras ubicaciones adecuadas.
Porque la primera causa de muerte en el mundo por enfermedad coronaria es el paro cardiaco o muerte súbita. Un porcentaje alto de estas muertes puede evitarse actuando a tiempo, gracias a saber cómo actual mediante un desfibrilador.
Cada año en España unas 24.500 personas sufren un paro cardíaco, es decir, la escalofriante cifra de una persona cada 20 minutos.
Más del 70% de los paros cardiacos se deben a una arritmia maligna llamada fibrilación ventricular, tractable por cualquier persona adecuadamente formada mediante una descarga eléctrica, gracias a los desfibriladores externos automáticos (DEAs)
Una actuación que sea rápida y de calidad aumenta entre 7 y 20 veces las posibilidades de sobrevivir.
La actuación, el Soporte Vital, incluye el reconocimiento de la parada cardiaca, la alerta a los servicios de emergencia, las maniobras de resucitación y la desfibrilación inmediata mediante uno de nuestros aparatos.