La instalación de desfibriladores en viviendas privadas es un hecho cada vez más frecuente y menos anecdótico. Es una tendencia que venimos observando recientemente muy a menudo.
Esta tendencia es el resultado lógico de dos factores claramente diferenciados.
Un desfibrilador puede ser instalado en cualquier lugar y cualquier persona puede ser formada e instruida en su correcto uso.
Es notable el aumento de la incidencia de episodios cardiovasculares que terminan resultando en un infarto, muchas de las cuales son fatales. Los datos muestran que en España, al año fallecen más de 30.000 personas por paradas cardiorrespiratorias.
Muchos de esos episodios en general suceden a gente mayor en viviendas privadas
La gran mayoría de ellas podrían remediarse si en menos de 5 minutos alguien con los conocimientos indicados y con una mínima formación de calidad actuara a tiempo.
Un segundo factor, en este caso positivo, es el aumento de la concienciación social acerca de la importancia de prevenir estos episodios cardiovasculares. Más concretamente prevenir el desenlace inevitable, mediante la instalación de desfibriladores, así como la formación en su correcto uso y un eficiente mantenimiento ( en este caso concreto en viviendas privadas particulares )
¿Es habitual en otros países?
En países como Japón o Estados Unidos, la instalación de desfibriladores en comunidades de vecinos o en escaleras particulares es una práctica habitual, resultado de la aplicación de unas cada vez más eficientes políticas de prevención y de programas de apoyo a la población en cuanto a salud cardiovascular.
¿Puedo instalar un desfibrilador en mi vivienda privada?
Un desfibrilador puede ser instalado en cualquier lugar y cualquier persona puede ser formada e instruida en su correcto uso.
Listos para usar
Aunque es fácil pensar que un equipo DEA debe estar instalado en las comunidades de vecinos donde predominen los bebés o la gente mayor, nada más alejado de la realidad: la parada cardiorrespiratoria está a la orden del día, por este motivo, la formación en reanimación es, en este sentido, vital.
BATEGA, expertos en desfibriladores: instalamos en viviendas privadas
Nuestra humilde opinión es que las comunidades de vecinos de viviendas privadas, al igual que pasa con los extintores, deberían estar equipadas y formadas, al menos aquellas en las que haya más proporción de personal de riesgo.
Mientras no sea así y la instalación de desfibriladores no se convierte en ley, desde Batega seguiremos concienciando a todas las personas de su importancia y presencia en todos los ámbitos de nuestra vida (transporte público, comunidad de vecinos, trabajo, calles…).
Es muy importante recordar que todos estamos expuestos a esta problemática. A cualquiera, en cualquier momento, nos puede pasar.