Fuente: Diario de Tarragona
Fecha: 26/06/2012
El personal sanitario realizó hasta cuatro descargas para poder reanimar al bañista, que fue evacuado al hospital con vida. Desde esta temporada, diversos puestos de socorro de creu roja disponen de este aparato
Un hombre de 78 años de edad que sufrió ayer un ataque cardiaco cuando se encontraba paseando por la playa del Miracle pudo sobrevivir seguramente gracias a la rápida actuación del personal sanitario, provisto de uno de los nuevos desfibriladores portátiles de que dispone este año la Creu Roja para el servicio de playas. El hombre, que al parecer reside en la ciudad de Tarragona, fue trasladado con vida al Hospital Joan XXIII.
El incidente se produjo sobre las once y media de la mañana delante del puesto de socorro de la Creu Roja, en la plataforma multifuncional de la playa del Miracle. Antonio M.A. se encontraba paseando por la orilla con su esposa cuando le sobrevino un ataque cardiaco y cayó al suelo, ante la mirada atónita de la mujer. Ésta, al ver que el hombre no respondía, se dirigió rápidamente al puesto de socorro. Mientras, el personal sanitario ya se había percatado de lo ocurrido y acudía al lugar, a la vez que alertaba a la ambulancia, que estaba en su base del puerto.
Los socorristas comenzaron a realizar la reanimación cardiopulmonar, a la espera de la ambulancia, que tardó pocos minutos. El personal de la misma, provisto del desfibrilador externo automático (DEA), comenzó a actuar. Fueron necesarias hasta cuatro descargas para que el hombre volviera a recuperar el pulso. Todo ello en medio de la curiosidad de decenas de bañistas que se acercaron al lugar para ver qué pasaba.
Mientras tanto, dos ambulancias del SEM –una de ellas con médico y enfermera– también acudieron al lugar para atender al herido. Éste, una vez estabilizado, fue evacuado al Hospital Joan XXIII. Hasta la playa del Miracle también acudieron agentes de la Guàrdia Urbana y de los Mossos d’Esquadra.
La novedad de este año
La adquisición de los DEAs para el servicio de playas fue uno de los requerimientos que hizo este año el Ayuntamiento de Tarragona a Creu Roja. De los seis aparatos, cuatro tienen su destino en los puestos de socorro –La Móra, Tamarit, Arrabassada y Llarga– mientras otro se encuentra en la ambulancia y el sexto está en el vehículo de socorro 4×4 destinado a la zona de playas y que también atiende posibles emergencias. Según los estudios, con este aparato se alcanza el 60 por ciento de probabilidad de que el paciente se recupere sin secuelas, siempre y cuando se aplique rápidamente sobre la persona afectada.
En el litoral tarraconense cada vez son más los puestos de socorro de playa que disponen de desfibriladores. Ocurre por ejemplo en El Vendrell, donde todas las playas tienen este equipo, que también está en algunas de Calafell y en las de L’Ampolla.
En España actualmente se han implantado estos desfibriladores en la mayoría de los aeropuertos, así como en grandes complejos comerciales, zonas comunes de los hospitales, centros deportivos, etc. Dentro de la Unión Europea, los países que más han desarrollado la implantación son Holanda, Francia, Inglaterra y Alemania. En casi todos existe una ley que obliga a la instalación de desfibriladores, diminuyendo con ello las muertes debidas a paros súbitos cardiacos.
El desfibrilador externo automático es un equipo compacto y portátil, lo que facilita llevarlo al lugar donde se presente la emergencia. Cuenta con las tecnologías requeridas para reducir el tiempo de respuesta y garantiza una reanimación más efectiva y rápida y de mejor sobrevida para las personas. Debido a que es compacto, requiere muy poco espacio.