La historia de esta pareja ha sorprendido a todos los profesionales médicos de Huelva. Porque después de que este moguereño sufriera un ataque de muerte súbita y estuviera con el corazón parado durante treinta minutos, hoy se encuentra perfectamente y sin secuelas. Un caso que ha sido calificado en el hospital como único, gracias a la ayuda de su novia que, sin conocimientos sanitarios, logró salvarle. Ellos nos cuentan cómo.
12 marzo 2014
FUENTE: Noticias Huelva
Javi Díaz Rodríguez y Susana García Alfaro son una pareja onubense, él de Moguer y ella de Huelva, una pareja que acaba de protagonizar un episodio que todavía mantiene sorprendidos a los médicos. Una historia emotiva y única que ha permitido que Javi haya vuelto a la vida.
Esta historia comienza el domingo 17 de noviembre del pasado año 2013, un día después de que Javi cumpliera 41 años. Esa noche, esta pareja se encontraba en la casa que comparten en Aljaraque, cuando ambos decidieron ver una película en su habitación -Malditos Bastardos, de Quentin Tarantino, para más señas. En un momento dado, Susana se levantó. Iba al baño a coger una gomilla para recogerse el pelo, cuando Javi le comentó un poco sobresalto que le había impresionado mucho una de las escenas del film dada su dureza.
Todo comenzó mientras veían la película ‘Malditos Bastardos’.
Hasta aquí todo normal. Una escena cotidiana de cualquier pareja onubense un domingo por la noche. Sin embargo, no fue una noche más. Ese día, horas después de su 41 cumpleaños, Javi volvió a la vida.
Porque tan sólo unos segundos después de aquella escena, cuando Susana volvió del baño, se encontró a Javi sentado en la cama sin vida. Había sufrido lo que conocemos como ‘muerte súbita’, es decir, una parada cardiorespiratoria. Son pocas las personas que sobreviven a este tipo de situaciones y, en muchos casos, quedan con algún tipo de secuela. Sobre todo si tenemos en cuenta que Javi estuvo 30 minutos sin respirar. Unos condicionantes que hacen de este caso algo sorprendente. Y todo ello ha sido gracias a Susana.
La forma de reaccionar de Susana le salvó la vida a Javi.
Porque Susana cuando vio a su novio sin vida en la cama, lo primero que hizo fue tumbarlo y ponerlo de costado. Ella no tiene ningún tipo de formación sanitaria. Profesionalmente se dedica a regentar una tienda en el centro de Huelva, en la calle Ginés Martín. Tan sólo había recibido algún consejo previo. Porque Javi había sufrido meses atrás, en marzo, un síncope tras el que le realizaron pruebas en las que todos los niveles salieron correctos. “En aquel momento lo achacaron a un posible problema de epilepsia, aunque en las pruebas no salió nada. Y luego un día cuando iba conduciendo también me dio un mareo”, explica Javi.
Imagen de archivo de una ambulancia del 061.
Entonces, los médicos les dijeron que si sufría algún tipo de ataque era importante tumbarlo y ponerlo de costado. También es necesario poner algo entre los dientes para que la persona no se muerda o trague la lengua, “por eso le metí mi dedo en la boca en cuanto lo tendí. Fue mi primera reacción. Luego llamé inmediatamente a la ambulancia“, nos cuenta Susana, todavía conmocionada con lo que vivió esa noche.
Pero no sólo hizo eso. Sino que Susana veía como Javi prácticamente estaba muerto. “Se le había cambiado el color de la piel. Estaba azul, no sentía su pulso y había perdido el brillo en la mirada. No podía esperar de brazos cruzados a que llegara la ambulancia“, afirma. Por eso cuando llamó a la ambulancia, al 061, le pidió por favor a la chica que estaba al otro lado el teléfono que le indicara qué tenía que hacer en ese momento. Sabía que era algo muy grave y que tenía que reaccionar.
Fueron diez minutos los que pasaron hasta que llegó el 061 a casa. Diez minutos que le salvaron la vida a Javi. Susana nos cuenta cómo los vivió: “Fueron momentos de mucha tensión, muy duros. A través del altavoz, del manos libres del teléfono, la chica me dijo cómo debía hacerle un masaje RCP, es decir, una reanimación cardiopulmonar. Ella por el teléfono fue marcándome el ritmo. Tanto que acabé agotada, porque normalmente este tipo de masajes suelen realizarlos dos personas que se van turnando. Fue agotador, más aún porque la ambulancia no encontraba mi casa. Y es que mi vivienda no tiene un fácil acceso. Así que tuve que salir a la calle para gritarles dónde estaba”.
Cuando llegó la ambulancia, Javi continuaba sin reaccionar. Los profesionales del 061 estuvieron en la casa intentando reanimarlo durante 20 minutos sin mucho éxito, por lo que le dijeron a Susana que se prepara para lo peor. Tras recuperarlo un poco lo trasladaron en ambulancia al hospital, donde ingresó en la UCI. Estuvo en coma y fue sometido a una hipotermia para intentar que los daños se minimizaran. A partir de ahí, tan sólo se podía esperar a que despertara -algo que no siempre sucede con este tipo de pacientes.
Javi despertó tres días después en la UCI. No recordaba nada.
Javi Díaz despertó del coma el miércoles 20 de noviembre. Los médicos y la familia esperaban secuelas severas. Sin embargo, este onubense volvía a la vida totalmente normal. Como si nada hubiera pasado.”Los médicos han quedado completamente asombrados de la fortaleza de Javi, porque ha sido un caso único“, recuerda. La causa de este “milagro” estuvo en los masajes que durante aquellos diez minutos vitales le realizó Susana, porque así consiguió que su corazón de forma artificial mantuviera el ritmo cardíaco y que ningún órgano sufriera la falta de oxígeno en ningún momento.Cuando despertó, Javi no recordaba nada de lo que había pasado esa semana.
Por su parte, Javi fue totalmente ajeno a todo. Cuando se despertó en el hospital no recordaba nada de toda aquella semana. Ni siquiera del día de cumpleaños. Son acontecimientos que ha ido recordando poco a poco, gracias a su novia, que no se ha separado de él, y, curiosamente, a los whatsApp con los que ha podido ir reconstruyendo sus días.
Ahora, Javi continúa su vida con total normalidad, aunque le han puesto un desfibrilador automático, un DAI, para controlarle el ritmo cardíaco y ayudarle en caso de que sufriera algún ataque. El DAI se lo colocaron el 26 de noviembre y el 2 de diciembre ya le dieron el alta. Tan sólo le han aconsejado que no conduzca hasta la revisión, que le realizarán dentro de seis meses.
Javi y Susana han querido contar su experiencia para animar a otras personas en situación difícil.
Por todo ello, cuando ya ha pasado todo, Susana y Javi han querido contar su historia para animar a todas aquellas personas que han pasado por una situación difícil.
Ellos miran al futuro con optimismo, agradeciendo el apoyo que han recibido del equipo médico que los atendió, unos profesionales que no dan crédito a lo sucedido. Tanto que esta pareja se ha convertido en la comidilla del hospital por esta hazaña y están recibido felicitaciones de todo tipo por lo sucedido. Y, sobre todo, ellos animan a las administraciones a difundir la formación en primeros auxilios en los colegios, para que todos sepamos qué hacer en un momento similar. Porque unos conocimientos básicos pueden ayudar a salvar muchas vidas.
Saben que tienen suerte de haber podido sobrevivir a este episodio tan duro que ha tenido un final feliz. Javi se siente afortunado. Sabe que ha vuelto a vivir. Un ejemplo en el que podríamos mirarnos todos.